La piel es el órgano más extendido del cuerpo.

Si a través de jabones u otros cosméticos, le incorporamos aditivos químicos, una vez absorbidas estas sustancias, llegan a través de los capilares al circuito sanguíneo.

La piel absorbe sin distinción todas las sustancias con las que entra en contacto, como los productos cosméticos: jabones, detergentes, cremas, lociones, aceites, tintes, pinturas, desodorantes y otros. Deberíamos recordar que la mayor parte de estos productos contienen aditivos, colorantes y conservantes tóxicos muchos de los cuales son acumulativos en el cuerpo humano y muchas veces producen cáncer y otras enfermedades.

Estos productos químicos que lamentablemente las industrias usan desde hace años y que actualmente están incorporando nuevos día a día, muchas veces no han sido lo suficientemente investigados (o lo han hecho mal) para demostrar que sea un producto inocuo frente al impacto que éste produce en la salud de las personas, en el entorno y en el planeta en general. Mucho menos aún han sido investigados los posibles efectos de la interacción entre varias de esas sustancias, algo típico en cualquier cosmético industrial.

Otros químicos muchas veces ni siquiera están legalmente autorizados, y se venden como jabón productos que son simplemente detergentes sintéticos derivados del petróleo.

Un ejemplo de estos químicos son los muy cuestionados “paraben”.

Los paraben son un grupo de productos químicos derivados del petróleo, utilizados en alimentos, farmacéutica y cosméticos como conservante. Se utilizan, entre otros usos, no solo para preservar a éstos del crecimiento de bacterias y hongos sino también para que tengan una “anormal” y muy larga vida útil. Están presentes en casi el 90% de los cosméticos.

Cuando se asocia cáncer y problemas hormonales con éstos químicos se debe a estudios donde se han encontrado intactas, concentraciones significativas de paraben en tumores de mamas, aunque éstos sean incorporados en muy bajas dosis.

La mayor cantidad encontrada fue de Methyl. Existen otros como ethyl, propyl and butylparabens.

También pueden alterar el nivel de hormonas y ser causante de infertilidad.

Seamos concientes no solo de la influencia en nuestra salud de todos estos peligrosos productos químicos, sino también del daño y responsabilidad que tienen aquellos que los usan sobre el impacto ambiental y la salud de los trabajadores.

Del mismo modo que elegimos en forma conciente alimentos orgánicos para nutrirnos, alimentemos nuestra piel y por ende nuestro cuerpo todo, con productos lo más naturales y orgánicos posibles. No olvidemos que todo lo que va sobre, va dentro.